martes, 24 de enero de 2017

AJUSTES EN EL DÉFICIT PÚBLICO

La Comisión Europea es menos optimista que el Gobierno español con la evolución del PIB y cree que existe riesgo de incumplimiento en la reducción acordada del déficit presupuestario. Supondría el sexto incumplimiento del Gobierno de Mariano Rajoy en seis años.

Al final del 2016, España tuvo un déficit público del 4,6% del PIB y una deuda pública cercana al 100%, cuando el déficit de la Eurozona no sobrepasaba el 2% y su deuda pública se quedó en torno al 90% del PIB.

Fue el Tratado de la Unión Europea, firmado en Maastricht en 1992, el que estableció el límite de deuda de los países europeos en el 60% del PIB y, considerando que la causa de la deuda es el gasto excesivo, impuso un límite para los déficits públicos del 3% del PIB. 

La regla del 3%, que carece de fundamento teórico, se asumió en la Unión Europea, según cuenta Trichet, expresidente del Banco Central Europeo, porque se aplicaba en Francia para limitar las peticiones de mayor gasto de los ministerios, y era una norma simple y comprensible para todos, con la que se trataba de limitar la deuda de los países, a base de llevar a la gente mensajes engañosos.

Pero las deudas no se reducen únicamente limitando los gastos, sino con políticas que aumenten la actividad económica, el PIB. La deuda puede ser necesaria para incrementar los proyectos de inversión y no tiene sentido aplicar el mismo criterio a países que se encuentran en diferentes condiciones y están en coyunturas económicas distintas.

Esta vez España no podrá argumentar el mayor crecimiento para intentar regatear el ajuste que le exige la Unión Europea. Tras ser el primer país amonestado por violar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, junto con Portugal, parece que España tiene que cumplir con 10.000 millones (un 1% del PIB) en ajustes adicionales repartidos a partes iguales entre 2017 y 2018.

­En el siguiente gráfico podemos observar la evolución del déficit público español desde el año 2000, en porcentaje sobre el PIB

A lo largo de los años, España ha tomado medidas de consolidación fiscal y ha logrado disminuir a prácticamente la mitad su déficit total, pasando de un 11,0% del PIB en 2009 hasta un 4,6% en 2016. Esta reducción se consiguió con un significativo ajuste, llevado a cabo a través de medidas aplicadas tanto a los ingresos como a los gastos.

En particular, entre 2010 y 2013 se rebajó el déficit estructural (ajeno a la coyuntura) en 5 puntos porcentuales mediante un incremento acumulado de un 13,2% en los ingresos y una disminución de un 12% en los gastos.

El déficit de este año se iría al 3,3% del PIB, frente al objetivo del 3,1%. Por ese motivo, la Comisión "invita" al Gobierno "a estar listo para tomar medidas adicionales" es decir, a aprobar más recortes de gastos o más subidas de impuestos para cuadrar las cuentas. Piensan en Bruselas que España incumplirá en 2018, por séptimo año consecutivo y el déficit se irá al 2,8% del PIB el año próximo, lejos del 2,2% exigido.














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