martes, 26 de julio de 2016

TRANSFERENCIAS DE RENTAS

Aunque se estima que el desempleo explica un 80% de la desigualdad en España, también tienen importancia otros factores que agrandan la inequidad social, tales como el abandono escolar temprano,  la falta de igualdad de oportunidades y la ineficiencia en los mercados de trabajo

En la preocupación por la lentitud en el descenso del alto nivel de paro está presente la idea  de que el proceso de automatización incide de manera significativa en la destrucción de empleo. Sin embargo, hay que recordar que ha habido progreso tecnológico desde el comienzo de la revolución industrial y las tasas de paro no han sido crecientes en el conjunto de los países.

Es cierto que las nuevas tecnologías hacen inviables algunas actividades empresariales, pero afloran también oportunidades para desarrollar otras. Aunque se piensa que los principales afectados son los trabajadores menos cualificados, lo cierto es que la automatización incide sobre el empleo de las actividades con tareas más rutinarias. Por ejemplo, pueden verse afectados trabajadores de cualificación intermedia, como los contables, sustituidos por programas de ordenador.

La economía española se enfrenta a la necesidad de incorporar a la recuperación en curso a la parte de la población que ha ido quedándose excluida, bien por encontrarse en paro, o bien, por tener contratos precarios.  Para ello tendrá que disminuir el fracaso escolar, aumentar la formación técnica y ofrecer una alternativa al colectivo de desempleados.

Pero mientras surtan efecto las políticas activas de empleo hará falta que continúe funcionando el sistema de las transferencias sociales de las Administraciones Públicas, el instrumento corrector de desigualdades, que toma renta de una parte de la sociedad para dársela a los colectivos en situación precaria. Existen la prestación de desempleo, la renta de garantía de ingresos y otros subsidios, pero la cobertura resulta escasa en el conjunto del Estado español.

En el siguiente gráfico, tomado de BBVA Research, tenemos los efectos de las transferencias de renta en la reducción de la desigualdad de la distribución de la renta:


En términos del índice de Gini, que mide el nivel de desigualdad en el reparto de la renta (entre 0 y 100, a medida que aumenta crece la desigualdad), vemos que las transferencias e impuestos reducen la desigualdad de nivel 54 a 35, y con la imputación del gasto público en sanidad y educación llega a disminuir hasta 29, lo que supone una reducción de la desigualdad inicial en un 46%.


Es evidente, por tanto, que el Estado de Bienestar tiene potencial para realizar ajustes en la distribución de la renta. Confiemos en que las propuestas de rentas mínimas y rentas complementarias publicitadas por los partidos políticos españoles acaben en leyes y se transformen en políticas efectivas que mejoren la cobertura social. 

martes, 19 de julio de 2016

DEUDA EXTERNA ELEVADA

Así como una familia ahorra cuando sus ingresos son mayores que los gastos de un período, un país tiene superávit en la Balanza de Pagos por cuenta corriente (ahorra) cuando exporta más bienes y servicios al exterior y recibe más transferencias que el conjunto de las importaciones que realiza. 

En tal caso se dice que tiene “capacidad de financiación” e invierte en el extranjero más que los extranjeros invierten en el país. Cuando se da el supuesto contrario, el país tiene “necesidad de financiación”, como le ha sucedido a España en la última década. Por tanto, los flujos financieros, excedentes o necesarios, son la otra cara de la Balanza de Pagos por Cuenta Corriente (bienes y servicios) más Capital.

Algunos excedentes de ahorro, como el caso de España, con un saldo positivo del 1,7% del PIB en 2015, sirven para atender a la necesidad de devolver la deuda externa acumulada por los abultados déficits de la década anterior. La deuda española con el resto del mundo superaba al comienzo de este año los 900.000 millones de euros. 

En el siguiente gráfico tenemos la evolución de la deuda:


Después dos décadas de subidas casi continuas, los pasivos netos de España con el exterior situaron la deuda en el 90,5% del PIB al cierre de 2015. Tras Grecia y Portugal es la más importante y supone una alta dependencia de la financiación ajena, lo cual hace que tenga que acudir a los mercados internacionales para refinanciarse cada cierto tiempo.

La Comisión Europea considera un desequilibrio excesivo cuando la deuda externa neta supera el 35% del PIB, casi la tercera parte de la que registra España.Como las Balanzas de Pagos se equilibran en el conjunto del mundo, si hay países con déficits, tiene que haber otros en el mundo con superávits. 

En el ámbito de la Eurozona, el año 2015 hubo superávit en la Balanza por cuenta corriente con el resto del mundo que suponía el 3,2% del PIB y los mayores niveles de excedentes estaban concentrados en Holanda (9,6%), Irlanda (9,1%) y Alemania (7,6%). En estos países los ahorros internos fueron superiores a las inversiones, es decir, que tuvieron exceso de ahorro o escasez de inversión. 

Al igual que los déficits, los superávits persistentes por cuenta corriente incumplen también el Procedimiento de Desequilibrios Macroeconómicos de la Eurozona y afectan al resto de los países que comparten el euro. 

Se prevé que el conjunto de la Eurozona, impulsada sobre todo por Alemania, se acerque este año a un superávit por cuenta corriente equivalente al 5% del PIB, lo cual significa ser prestamista de fondos netos a otros países, adquiriendo activos, tales como acciones, bonos y deuda pública, cuando se podrían haber incrementado las inversiones en los propios países y facilitar así una recuperación económica más rápida de la Eurozona.

martes, 12 de julio de 2016

ESTANCAMIENTO SECULAR

La expresión “estancamiento secular”, que también se conoce como “nueva mediocridad”, hace referencia al proceso de escaso crecimiento económico global que se viene observando en los últimos años. Los países desarrollados se mantienen en un ritmo de avance muy por debajo del promedio histórico.

El abanderado de este fenómeno ha sido Japón, que ha estado  en deflación más de 20 años, sin apenas crecimiento económico, y ahora se teme que sea la Eurozona la que sufra las consecuencias de un crecimiento raquítico prolongado.

El estancamiento es propio de países con población envejecida y deuda pública muy elevada, como son los casos de la Unión Europea, con más del 90% del PIB, y Japón, que supera el 200%.


 El Producto Interior Bruto por habitante en la Eurozona pasó de 28.900 euros en el año 2010 a 30.700 en 2015, lo cual supone un crecimiento medio anual del 1,21% en los últimos 5 años.

El Banco de España ha advertido de una progresiva desaceleración de la economía española, al ir agotándose algunos  factores temporales que supusieron un fuerte viento de cola en 2015, tales como el precio del petróleo, la depreciación del euro y los bajo tipos de interés.

Parece que la era de las expectativas menguantes, que se anunciaba en la década de 1990, ha llegado y plantea una pregunta que se ha hecho popular desde el comienzo de la Gran Recesión: ¿vivirán nuestros descendientes peor que nosotros? Los jóvenes perciben que su porvenir aparece más incierto que el de sus progenitores.

Analistas de CaixaBank estiman que los jóvenes que se incorporan al trabajo verán multiplicado su nivel de nivel por 1,5 durante sus años activos. En cambio, quienes empezaron a trabajar antes de 1960 y se jubilaron en 2005 multiplicaron por 5,9 su renta y los que trabajen entre 1980 y 2035 disfrutarán de un multiplicador de 2,2

La inseguridad hace que la economía se perciba como una amenaza y no como una promesa de prosperidad. Es evidente que se requiere un plan de estímulos para realizar inversiones y apoyar la estabilidad social.


Aunque algunos opinan que pueden llegar avances tecnológicos que den un impulso duradero al crecimiento económico, lo cierto es que el último gran descubrimiento ha sido Internet, que afloró hace casi medio siglo, y la incidencia de la robotización y la digitalización (cuarta revolución industrial) todavía no se aprecia en el Producto Interior Bruto de los países.

martes, 5 de julio de 2016

MERCADOS DE VALORES

Las Bolsas nacionales tuvieron en España el monopolio de los mercados de valores, en los que se negocian las compraventas tanto de títulos de renta variable (acciones) como de renta fija (bonos) y otros títulos, hasta que una directiva europea acabó con el monopolio al convertir las Bolsas en empresas privadas que compiten entre sí. 

La gestión de los mercados bursátiles está realizada en España por el Grupo Bolsas Mercados Españoles (BME), un operador privado que atiende a tres tipos de necesidades: a) el de las empresas, porque al colocar sus acciones en el mercado y ser adquiridas por los inversores, obtienen financiamiento; b) el de los ahorradores, porque se convierten en inversores y pueden obtener beneficios, y c) el del Estado, porque en la Bolsa dispone de un medio para financiarse y hacer frente al gasto público.

Por lo tanto, los participantes de la Bolsa son básicamente los demandantes de capital (empresas, organismos públicos o privados y otras entidades), los oferentes de capital (ahorradores, inversionistas) y los intermediarios (corredores, agentes o comisionistas)

La Bolsa de Madrid es el mercado de valores español donde más títulos se negocian. El elevado volumen de contratación, el alto grado de liquidez y la entrada a cotización de las empresas más importantes del país hacen que Madrid sea el mercado bursátil más importante de España. Existen también parqués en Barcelona, Bilbao y Valencia.

En el siguiente gráfico tenemos la participación de los diversos tipos de propietarios de acciones en las Bolsas españolas:


Observamos que los extranjeros eran poseedores en el año 2015 de cerca de la mitad del valor total de los títulos de renta variable, seguidos de las familias con cerca del 25%, atraídas por las políticas de dividendos, y las empresas no financieras, que han roto la tendencia descendente de los últimos años. 

A nivel europeo, Bats Europe, con sede en Londres, que integra los dos principales sistemas de negociación multilateral, es la mayor Bolsa de valores de renta variable europea. Otro grupo importante es Euronex, producto de la fusión de las Bolsas de Amsterdam, Bruselas, Paris y Lisboa. 

Como una acción puede tener varias cotizaciones, ha habido un aumento notable de transacciones electrónicas de alta frecuencia, gracias a unos algoritmos capaces de operar en microsegundos. Las compras y ventas electrónicas casi simultáneas al precio más bajo y más elevado, respectivamente, representan en Europa la mitad de las transacciones y los dos tercios del volumen en EE.UU. 

Si las Bolsas nacieron para financiar a las empresas, algunos analistas afirman que su aportación es muy marginal en la Eurozona. Se llega a esta conclusión al tener en cuenta las recompras de sus propias acciones que realizan las empresas, bien para tener mayor control sobre su capital, o bien, para empujar al alza la cotización de sus acciones.