martes, 14 de junio de 2016

CRECIMIENTO SIN INFLACIÓN

En marzo del pasado año, el Banco Central Europeo (BCE) comenzó el programa de expansión cuantitativa, con el compromiso de comprar 60.000 millones de euros mensuales durante dos años, fundamentalmente deuda pública, en el mercado secundario, es decir, en los mercados de compraventa de títulos ya emitidos en una primera oferta. 

El objetivo de la expansión monetaria es llevar la inflación al 2% anual, meta fijada por el BCE, que hasta ahora ha tenido poco éxito en su empeño, puesto que la inflación en la Eurozona se estima que este año no subirá del 0,2%.

Un año después de haber puesto en marcha el programa de expansión cuantitativa, el BCE inicia la compra de deuda corporativa con el fin de mejorar las condiciones de financiación empresarial. Aumenta las compras mensuales en 20.000 millones de euros, de las cuales las adquisiciones de bonos corporativos se estima que rondarán la cifra de 5.000 millones y abarcará bonos de empresas europeas. 

Las grandes empresas españolas están en la lista de las favorecidas por las adquisiciones del BCE y consiguen importantes ahorros en su coste de financiación. Telefónica, por ejemplo, reduce el coste de su deuda a cinco años en un 50% y queda en el 0,62% anual. 

En el siguiente gráfico tenemos la evolución del IPC general y del subyacente o básico en la Eurozona este año en porcentaje de variación interanual. El indicador subyacente no tiene en cuenta el componente energético y los alimentos no elaborados 


Observamos la diferencia entre las dos medidas de inflación. La general cayó hasta el -0,2% en abril, en tanto que la subyacente alcanzó el +0,7%. En el transcurso de este año, la diferencia supone en torno a un punto porcentual en la tasa interanual.

Las importantes caídas del precio del petróleo y de otras materias primas son las causas que explican el reducido nivel que alcanza la inflación. Por ello, algunos economistas aconsejan centrarse en la inflación subyacente como dato más significativo de la evolución de los precios en el país. 

Para explicar los cambios en el nivel de precios, el análisis económico pone el énfasis en la relación entre inflación y brecha de producción (PIB observado menos PIB potencialmente alcanzable). Las brechas negativas presionan la inflación a la baja, mientras que las positivas impulsan al alza. 

La versión inicial de este planteamiento fue formulada por el economista W.H.Pillips, que relacionaba el aumento del desempleo (infrautilización de recursos) con el incremento de los salarios nominales. Cuanto mayor es el desempleo menor será la presión al alza sobre salarios y precios.

Se estima que desde el 2009 las brechas en la Eurozona han sido negativas, aunque se han ido reduciendo cada año, con lo que la lenta recuperación de los países del euro puede ser una de las causas de la baja inflación que se registra todavía. 

Teniendo en cuenta la enorme expansión monetaria resulta sorprendente la práctica ausencia de inflación, pero muchos esperan para el próximo año un incremento del nivel general de precios, tanto por la reducción de las brechas de producción como por la recuperación del precio del petróleo.

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