martes, 24 de junio de 2014

LA MEDICIÓN DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO


La Comisión Europea cambiará a partir de septiembre el método de cálculo del Producto Interior Bruto (PIB) para adaptarlo a la transformación de la economía en las últimas décadas por la importancia que han adquirido las tecnologías de la información y la comunicación, así como el creciente peso de los activos intangibles.

Las partidas de Investigación y Desarrollo (I+D) y la inversión en equipamiento militar deberán contabilizarse como inversión en lugar de considerarse gasto. Este cambio metodológico y la inclusión de las actividades de drogodependencia y prostitución pueden aumentar el PIB español en torno al 4,5%, aunque será un incremento meramente estadístico.

Recordemos que el PIB nominal, en euros corrientes, se calcula sumando el consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones y deduciendo las importaciones. Como lleva incorporada la inflación del período, los euros corrientes hay que transformarlos en euros constantes descontando el incremento de precios. Así se obtiene el PIB real.

En el siguiente gráfico tenemos los crecimientos (decrecimientos) del PIB trimestral de España en la última década, en euros constantes, en comparación con los países de la UE-28 y de la Eurozona (UE-18):

 

La tasa de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2014 respecto al trimestre anterior ha sido del 0,4%, superior a la del período precedente como consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional al crecimiento agregado, contrarrestada parcialmente por una contribución negativa del sector exterior

Para eliminar la incidencia de los precios en el PIB, en lugar del IPC, que tiene en cuenta los precios de los bienes consumidos, se utiliza el deflactor del PIB, que incorpora los cambios de precios de todos los bienes y servicios producidos en la economía.

En el primer trimestre de 2014, el PIB valorado a precios corrientes presenta una tasa de variación anual del –0,1% y el deflactor implícito de la economía experimentó una caída del –0,6%. Por tanto, eliminando el componente de precio, el PIB en euros constantes subió un 0,5%, resultado de añadir (porque ha sido negativo) el deflactor al crecimiento en precios corrientes.

Ambos índices, IPC y deflactor, pueden estar próximos en ciertos períodos, pero al utilizar ponderaciones diferentes de los bienes y servicios considerados, en ocasiones se distancian significativamente. Así, en los años 2011 y 2012 el IPC medio varió un 3,1% y un 2,4%, respectivamente, en tanto que el deflactor fue cero en ambos periodos.

Como el Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula el PIB por trimestres, aporta tres datos comparativos: el crecimiento intertrimestral, que es la variación de un trimestre respecto al trimestre inmediato precedente; el crecimiento interanual, que compara un trimestre con el correspondiente al mismo período del año anterior, y el crecimiento anual, la evolución del conjunto de cuatro trimestres respecto del mismo período del año precedente.

Por ejemplo, con los datos del primer trimestre de 2014, el crecimiento intertrimestral (T1.2014/T4.2013), como ya hemos indicado, fue del 0,4% y el interanual (T1.2014/T1.2013) un 0,5%.

Junto a las medidas de crecimiento indicadas, hay otra, relacionada con el nivel de la población, que es la que más se utiliza para valorar el avance económico de un país: el PIB por habitante. En el siguiente gráfico, tomado de J. Fernández-Villaverde, tenemos el crecimiento del PIB español, en dólares constantes, en el período 1975-2013:

 


El PIB por habitante pasó de 14.000 dólares en 1975 a 24.600 en 2013, lo cual supone, en términos anuales, un crecimiento medio del 1,5%. Eliminando el período de crisis actual, entre 1975 y 2008 el crecimiento anual fue del 2%.

Hay algunos problemas de medición que pueden subestimar el verdadero crecimiento de la producción: los cambios de calidad de los productos, que precisan de ajustes para incorporar un valor superior, como los ordenadores; la valoración de los servicios públicos que no se venden directamente y que se incorporan al PIB únicamente por su coste de producción, y los bienes y servicios que no se venden en el mercado, como el trabajo doméstico realizado por miembros de la familia, que no se incluye en el PIB.

Aunque el crecimiento de la economía sumergida y las innovaciones tecnológicas pueden afectar a la capacidad para calcular la producción para el mercado lograda, el PIB es el mejor indicador que disponemos para estimar el verdadero rendimiento de la economía del país, que tiene estrecha relación con el nivel de empleo de la población.

martes, 17 de junio de 2014

PREOCUPACIÓN POR LA INDUSTRIA


El porcentaje de participación de la industria vasca en el conjunto del PIB ha ido cayendo en la última década, hasta representar un 21,3% en el año 2012, según la información que ofrece Eustat. A pesar de ello, está por encima de la media de la UE, y más próximo a Alemania que al Estado español o a Francia, como puede observarse en el siguiente cuadro:


Por ramas de actividad, la mitad del valor añadido industrial se generó en 2011 en tres apartados: metalurgia y productos metálicos, un 27,5% del total; energía eléctrica, gas y vapor, un 11,8%, y caucho y plástico, un 10,1%, La participación de la más importante, metalurgia y productos metálicos, ha disminuido en los últimos años en un 5%.

En cuanto a la industria con contenido tecnológico (84,8%), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) clasifica como de nivel medio y bajo a sectores de la C.A. de Euskadi que representan un 55,4% del Valor Añadido Bruto (VAB), en el nivel medio-alto al 25,9% y en el alto un  3,5%.

La productividad (VAB/ocupados) en la industria manufacturera para el año 2011 en el País Vasco alcanzó los 61.600 €. Por encima de ella se sitúan Gran Bretaña (69.200 €), Alemania (68.700 €) y Francia (63.800 €), siendo más baja la de España, con 53.900 €. En el conjunto de la UE-28 la productividad por persona fue de 54.300 €.

Respecto al personal ocupado por la industria,  en el siguiente cuadro se recogen los datos en los últimos años:


Los datos del pasado abril sugieren que la producción industrial vasca tiende a recuperarse, puesto que tuvo un incremento interanual del 2,6%,  destacando el crecimiento de los bienes de equipo.

La preocupación por la industria está presente en toda Europa. Entre 2008 y 2012, los países de la UE han perdido 6,8 millones de puesto de trabajo en la construcción y en la industria. La Comisión Europa se ha puesto como objetivo que la industria recupere el peso que tenía  antes de la crisis: el 20% del PIB.

A nivel de Estado español, parece que se abandona el criterio de hace unas décadas de primar el crecimiento de los servicios y se apuesta por la industria. El titular del ministerio acaba de manifestar que apoya la reindustrialización como el mejor modelo de crecimiento del país.

 

martes, 10 de junio de 2014

LA RENTA DE LAS FAMILIAS


El ingreso medio anual de los hogares españoles fue de 26.775 euros en 2012, un 3,5% inferior al del año anterior y un 10,8% menor que la renta de 2008, según las conclusiones de la Encuesta de Condiciones de Vida, presentada por el INE a finales de mayo pasado.

 En el siguiente gráfico tenemos la evolución de los últimos años:

Según explica el INE, para una mejor comparación de los ingresos de distintos tipos de hogar se usa internacionalmente el concepto de unidad de consumo.

Una persona viviendo sola constituye una unidad de consumo, dado que afronta todos los gastos del hogar. Para determinar el número de unidades de consumo equivalentes en los distintos hogares se utiliza en todos los países de la Unión Europea la llamada “escala de la OCDE modificada”, que asigna un peso de 0,5 a los demás adultos y de 0,3 a los menores de 14 años. Así, una familia formada por dos adultos y dos niños tiene 2,1 unidades de consumo.

El ingreso medio anual neto por unidad de consumo (equivalente a persona) era en 2012 de 10.531 euros en España, en tanto que en el País Vasco ascendía a 14.312 y en Navarra a 13.608 euros.

En el siguiente gráfico se recoge la variación de la renta (salarios, pensiones, intereses de cuentas corrientes y otros similares), en euros de 2011, en el período de crisis en los diversos niveles de ingresos:


Se puede observar que las personas que mayor porcentaje de renta perdieron fueron las situados en los niveles de ingresos correspondientes a los percentiles 30 y 50, es decir, la clase media-baja, que se ha desplazado hacia los estratos de menor renta. En concreto, las personas con ingresos del nivel 30 vieron reducidos sus ingresos en torno al 11% entre los años 2007 y 2010. En cambio, en el nivel alto, por encima del percentil 85,  se produjo un aumento de ingresos.

martes, 3 de junio de 2014

EL VALOR DEL DINERO


Supongamos que se depositan 1.000 euros en una cuenta bancaria con la garantía total de devolver 1.010 euros al cabo de un año. En el entorno de certeza, el intercambio de dinero en dos momentos de tiempo nos revela la existencia de un rendimiento temporal (un 1% en el ejemplo), al que se denomina tasa de interés, que  permite ajustar el valor de todos los flujos de fondos en un solo momento, con independencia de cuándo ocurran.

La tasa de interés viene determinada por el precio que iguala la demanda y la oferta de recursos financieros, tal como podemos observar en la siguiente figura:

Vemos que cuando aumenta el tipo de interés se demanda menos cantidad de fondos, puesto que el dinero se encarece para los inversores. En cambio, se incrementa la oferta debido a que sube el rendimiento para los ahorradores

Como no somos capaces de predecir con exactitud el valor de una cantidad en el futuro, la tasa de interés incluye, además del valor temporal del dinero, otro componente para cubrir la incertidumbre, al que se denomina prima de riesgo.

Al importe de 1.010 que hemos obtenido más arriba, consecuencia de sumar los intereses al depósito actual de 1.000 euros, se denomina  valor futuro del dinero.

Cuando queremos saber el valor hoy de una cantidad situada en un momento posterior, podemos recurrir al valor actual descontado, que es lo que pagaríamos hoy por tener cierta cantidad en el futuro. Por ejemplo, si depositamos hoy 990,1 euros en el banco, que aplica el 1% de interés anual, dentro de un año habrán producido 9,9 euros de intereses, que con el dinero entregado al comienzo sumarán 1.000 euros (990,1+9,9) Por lo tanto, 990,1 euros (1.000/(1+0,01) es el valor actual descontado de 1.000 euros a cobrar dentro de un año, cuando el tipo de interés es el 1% anual.

El valor actual resulta muy útil en economía para muchas decisiones que se toman teniendo en cuenta valores futuros. Cualquier familia o empresa que realiza una inversión necesita calcular el valor del dinero que prevé recibir en los siguientes años, para conocer si los flujos futuros en valor hoy compensan la inversión.

Como los euros sólo tienen valor por los bienes y servicios que se puedan adquirir con ellos, hay que tener presente la evolución de los precios (IPC), porque debido a la inflación los euros futuros compran menos bienes que los euros de hoy.

Por tanto, tenemos que pasar del tipo de interés utilizado hasta hora, llamado nominal, al tipo de interés real. Si el tipo de interés nominal es el 1% y la inflación es del 0,3%, significa que parte del interés nominal es una compensación por el descenso del valor adquisitivo del euro. El rendimiento real obtenido será del 0,7%. Es decir, que el tipo de interés real es igual al tipo de interés nominal menos la inflación.

En una economía inflacionaria, prestamistas, ahorradores y prestatarios necesitan transformar el tipo de interés nominal, el que aparece en los documentos bancarios, en tipo de interés real, descontando del nominal el índice de precios de consumo (IPC), para saber el verdadero rendimiento (o coste) del dinero.