martes, 4 de febrero de 2014

EL EURO CONTINÚA SOBREVALORADO


El tipo de cambio es el precio de una moneda en relación con otra. Si la cotización entre el euro y el dólar, por ejemplo, es de 1€ = 1,35$, se quiere decir que para comprar 1,35 dólares tenemos que pagar 1 euro.

El tipo de cambio se fija en el mercado de divisas teniendo en cuenta la demanda y la oferta de cada moneda, al igual que sucede en cualquier otro mercado. El aumento de la demanda de euros para invertir en la Eurozona, por ejemplo, debido a la caída de precios en Europa, hará que suba su precio, es decir, que puedan adquirirse más dólares por cada euro. En cambio, el aumento de oferta de euros para comprar dólares, por ejemplo, para realizar inversiones financieras en EE.UU., con el incentivo de un  aumento de los tipos de interés norteamericanos, hará que caiga la cotización del euro. 

Los analistas económicos coinciden en que la moneda común de la Eurozona, a la que pertenecemos, continúa sobrevalorada, lo cual perjudica seriamente a las exportaciones de las empresas al ser los productos europeos más caros para los que los paguen con otras monedas. Al mismo tiempo, las inversiones en Europa resultan más caras.

La pérdida de política cambiaria propia, junto a la cesión de la política monetaria al Banco Central Europeo (BCE), han hecho que, en situaciones de recesión económica, no se pueda restaurar la competitividad perdida utilizando el tipo de cambio. El peso de las decisiones económicas se ha trasladado a la política fiscal, que está muy condicionada por el Pacto de Estabilidad.

La política monetaria del BCE no tiene fijado un objetivo de tipo de cambio, sino que es autónoma e independiente y está centrada en la estabilidad de precios a medio plazo. El régimen del euro es de flotación, es decir, completamente flexible, en un contexto de libertad internacional de circulación de capitales.

A corto plazo, los movimientos internacionales de capital y la rentabilidad de los activos financieros, junto a las expectativas, pueden desviar el tipo de cambio de la senda de equilibrio señalada por el diferencial de precios entre países.

En el siguiente gráfico se recoge la evolución histórica del tipo de cambio de dólares por euro:


La evolución del euro frente al dólar tuvo un primer período de depreciación de la divisa europea, que se movió desde los 1,18 dólares por euro iniciales hasta los 0,85 dólares a mediados del año 2001, posiblemente por la afluencia de capitales hacia EE.UU., atraídos por una más alta rentabilidad bursátil como consecuencia de la “burbuja tecnológica”.

Más tarde, las dificultades para financiar el elevado déficit de la balanza por cuenta corriente norteamericana provocaron la depreciación del dólar, que tuvo su punto culminante a mediados del 2008, con un tipo de cambio de 1,60 dólares por euro.

La crisis económica trajo la depreciación del euro hasta el 2012,  y los problemas de la Eurozona, junto a la desconfianza en el euro, han venido provocando altibajos, que reflejan los cambios de expectativas y las tensiones en los mercados de divisas, hasta situar el tipo de cambio en torno a 1,35 dólares por euro, claramente sobrevalorado.

Esperemos que no resulte un  impedimento para que la economía española sea capaz de continuar la trayectoria de mejora gradual que, según el Banco de España, le ha permitido salir de la fase de contracción en la que había recaído a comienzos de 2011.

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