martes, 31 de diciembre de 2013

EL ÁMBITO FINANCIERO DE LA ECONOMÍA


A medida que las sociedades van desarrollándose, algunas personas e instituciones gastan en un período dado más que la renta que ingresan, recurriendo al crédito. Es el caso de las familias para comprar una vivienda  y las empresas para adquirir equipamientos. Son los que denominamos inversores.

Hay otros que, en el mismo período, gastan menos que la renta que perciben. Son los ahorradores. Los defectos y excesos de recursos que se producen entre ambos grupos en un período se intercambian a través de los instrumentos financieros.

Los instrumentos incorporan un reconocimiento de deuda y constituyen activos financieros para el poseedor del título, que tiene derecho a recibir los fondos en las condiciones estipuladas. Al mismo tiempo, para el emisor de la deuda, el título es un pasivo financiero, puesto que debe realizar los pagos previstos.

Así, un crédito hipotecario es un activo financiero para el banco y un pasivo para la familia que lo ha contratado. Un título de deuda pública es un activo financiero para el comprador y un pasivo para el Estado que lo ha emitido.

Este es el ámbito financiero de la economía, que enlaza las cuentas de la economía real con la cuenta financiera. Al conjunto de activos, mercados e instituciones que lo conforman se denomina sistema financiero, que es el encargado de canalizar el ahorro hacia los inversores.

La cuenta financiera es un componente del sistema de cuentas que permite analizar la financiación neta obtenida u otorgada como diferencia entre la compra de activos financieros y la suscripción de pasivos financieros por cada sector (Hogares, Empresas, Administraciones Públicas, Instituciones Financieras y Resto del Mundo).

El saldo de cada sector viene a señalar, cuando es positivo, el excedente de ahorro, que se ha prestado, o los fondos recibidos, si es negativo. Se trata de la contrapartida financiera de la capacidad o necesidad de financiación que surge en la economía real.

En cada sector institucional de los arriba citados se cumple que la inversión más la variación de activos financieros se iguala con el ahorro más el cambio en los pasivos financieros. Es decir, Recursos = Empleos.

Por ejemplo, si el sector de instituciones o empresas financieras invierte 1.000 y además adquiere participación en empresas no financieras por 200, puede haberse financiado con ahorro del propio sector de 700 y, como no es suficiente para completar los 1.200 de dedicación  total (1.000+200), se ha endeudado por 500.

Los activos de la economía real (ahorro e inversión), se complementan con los del ámbito de la economía financiera (activos y pasivos financieros).

A través de las Cuentas Nacionales que publica el Instituto Nacional de Estadística podemos conocer la capacidad o necesidad de financiación de los sectores institucionales de la economía española.

El sector Instituciones Financieras es el dedicado a la intermediación entre los inversores y los ahorradores. Tiene habitualmente capacidad de financiación. Al contrario, las sociedades no financieras constituyen un sector deficitario, que se financia a través de préstamos y emisión de acciones.

Las Administraciones Públicas presentan habitualmente déficit y, por tanto, tienen necesidad de financiación, que la cubren emitiendo deuda pública. Las familias disponen habitualmente de capacidad de financiación, pero en la adquisición de viviendas suelen precisar de préstamos de las entidades financieras.


Tal como se observa en el gráfico, como resultado de la actuación de todos los sectores institucionales, la economía española  presentó una capacidad de financiación frente al resto del mundo de 7.051 millones de euros en el segundo trimestre de 2013, cuando en el mismo período del año anterior tenía una necesidad de financiación de 2.677 millones de euros. Representa una notable mejora, que ayudará a ir afrontando la reducción de la importante deuda externa del país.

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