martes, 10 de septiembre de 2013

TENDENCIA DEFLACIONARIA


Se está observando cierta tendencia hacia el hundimiento del índice de inflación (IPC) en los países de la Eurozona. Dejando a un lado la energía y los productos alimenticios, el alza de precios no sube del 1% en el conjunto de la zona

La convergencia de la inflación hacia cero no se da únicamente en la Eurozona. También en EE.UU. la subida general de los precios está cerca del 1% y Japón ha tomado recientemente importantes medidas para salir de la deflación en la que se instaló el país en los años noventa.

No cabe duda que los niveles alcanzados por el desempleo en algunos países desarrollados y el subempleo en otros, junto a la infrautilización de las capacidades productivas,  están en el origen de esta caída generalizada de los precios.

Observamos en el gráfico la caída del nivel de IPC a lo largo de este año en España, tanto el índice general como el subyacente (sin considerar los productos energéticos y los alimentos no elaborados). El nivel del 1,8% se debe sobre todo la subida del IVA.

La deflación es una situación en la que se da un descenso generalizado de precios, lo que provoca el aplazamiento del gasto de los consumidores y el aumento del valor real de las deudas. Es una situación más perniciosa que la inflación para la economía.

Aunque la Gran Depresión de 1929 se considera la peor espiral deflacionaria que ha tenido lugar en tiempos modernos, ha habido episodios más recientes. El más conocido fue el que tuvo lugar en Japón en la década de 1990, cuando los precios se hundieron y el Banco de Japón se vio obligado a reducir los tipos de interés prácticamente a cero. La espiral dio lugar a la conocida como “década perdida”, un período caracterizado por el crecimiento escaso

Así como para combatir la inflación los bancos centrales utilizan como herramienta el tipo de interés, elevándolo para desincentivar el excesivo acceso al crédito, en el caso de la deflación tienen menor capacidad de actuación, ya que no pueden rebajar los tipos de interés cuanto haga falta, porque nunca pueden ser negativos.

Grecia ha completado ya dos años y medio en la senda deflacionaria. En noviembre de 2010, la inflación rondaba el 5,5% anual y a junio de 2013 cayó al -0,6%.

Aunque la desaceleración en los incrementos de los precios no supone que se va a caer inmediatamente en la deflación, este fenómenos suele aparecer recurrentemente en las crisis económicas, por lo que no es extraño que, ante la evolución del IPC en Grecia, aumente en Europa el temor de se propague a otros países, en particular a los de la periferia, como España e Italia.

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