martes, 27 de marzo de 2012

LEY DE OKUN: CRECIMIENTO Y DESEMPLEO

El desempleo es hoy uno de los mayores problemas que enfrentan muchos  países y, sin duda, una fuente de profundización en la crisis. Además, a  medida que la consolidación fiscal va imponiéndose,  lejos de encontrar vías de salida, la situación empeora. 

Se  ha demostrado que mientras más largo es el período de paro, más difícil resulta conseguir trabajo después, lo que erosiona la base de la economía y deteriora su capacidad productiva en el largo plazo. 

Analizando las causas del desempleo, el economista estadounidense Arthur Okun estableció en 1962 la relación entre el paro y la producción. De manera intuitiva, si disminuye la producción, se utilizan menos insumos productivos, entre ellos el trabajo, por lo que aumenta el desempleo. 

Por ello, la ley Okun establece una relación negativa entre el desempleo y el  PIB, que se puede expresar como:

                 c = Cambio en el PIB / Cambio en el desempleo

El valor del coeficiente  "c" nos dirá cuantos puntos porcentuales tiene que aumentar la producción del país para que disminuya en un punto porcentual el desempleo. Okun lo fijo en su época en 2, es decir, que un 2% de crecimiento del PIB reduce el desempleo un 1%, pero las circunstancias económicas hacen oscilar el coeficiente considerablemente.
 
El profesor Usabiaga ha presentado recientemente un ejercicio sobre la cuestión, respondiendo a la pregunta que hoy día está en la calle:  ¿cuánto debe crecer el PIB real anualmente para que la tasa de paro se reduzca?

En el siguiente gráfico observamos la relación entre ambas variables con datos del período 1990-2008:

La recta de regresión ajustada a la nube de puntos nos viene a indicar que el PIB de España tuvo que crecer por encima del 2,68%, para que la tasa de desempleo se redujera.

Si aplicamos el cálculo al País Vasco, los datos ofrecen la siguiente perspectiva:
 
En este caso la recta tiene en ordenada 0 un valor en abscisas de 1,53%, lo cual indica que es el crecimiento del PIB necesario para no aumentar el desempleo. Es decir, que al País Vasco le ha sido suficiente 1,15% menos de crecimiento que al conjunto del Estado español para no aumentar el desempleo. Ello es debido a que la especialización territorial de algunas actividades y las crisis de ciertos sectores han marcado sensibles diferencias entre las autonomías españolas.

Es muy posible que la crisis actual varíe los patrones de comportamiento de las variables que maneja la Ley de Okun en comparación con el período estudiado, por lo que las regresiones indicadas no pueden asegurar que tengan capacidad para hacer predicciones de lo que podría ocurrir en los años próximos. 

Pero la información aportada sí nos sirve para darnos cuenta de que, en un año en el que se prevé oficialmente, no una subida del PIB, sino un descenso del 1,7%, la posibilidad de reducir el nivel de desempleo de modo significativo tanto en España como en el País Vasco hay que situarla en el largo plazo.

Ello reafirma la idea de que hay que dirigir la economía hacia la creación de empleo y esta vez con un modelo de crecimiento que apueste por la calidad de vida de la población y la conservación del planeta.

martes, 20 de marzo de 2012

EL APALANCAMIENTO FINANCIERO (ENDEUDAMIENTO)

El apalancamiento financiero consiste en usar endeudamiento para financiar una operación. En lugar de realizarla con fondos de propios, la financiación se lleva a cabo complementando los recursos propios con  crédito.

La principal ventaja es que, si el porcentaje de rendimiento de la operación inversora es superior al tipo de interés del crédito, se puede multiplicar la rentabilidad, y el inconveniente a tener en cuenta es que hay peligro de   acabar siendo insolvente, si la operación se tuerce.

El nivel de apalancamiento se suele definir como la proporción entre el crédito y los recursos propios utilizados. Por ejemplo, un nivel de apalancamiento de 1,5 significará que el endeudamiento supera a los recursos propios en el 50%. 

Cierto apalancamiento es habitual en los balances de las empresas, ya que abre las puertas a inversiones que de otra forma no podrían tener acceso. Sin embargo, cuando los niveles de deuda van subiendo,  también son más altos los riesgos, puesto que se corre el peligro de que los flujos de caja  futuros no sean suficientes para devolver los préstamos recibidos.  Como la prensa ha ido informando, en los últimos años  han aflorado situaciones realmente peligrosas, sobre todo en el mercado inmobiliario.

En el siguiente gráfico observamos el nivel de incremento de las deudas privadas respecto del PIB en España y  Estados Unidos en las últimas décadas.
 
 Hay que destacar  la velocidad con que los endeudamientos pasaron del 100% al 200% del PIB. En el caso de Estados Unidos, este proceso tomó 22 años (de 1984 a 2006).  En España, ocurrió del 2001 al 2008, es decir, en tan solo siete años se duplicó la deuda, lo cual supuso un crecimiento anual en torno al 10%.

Aunque  el foco de atención está puesto actualmente en la deuda pública, la tan repetida “consolidación fiscal”, lo cierto es que su nivel de endeudamiento no llega al 70%. En cambio,  la deuda privada (familias, empresas productivas y entidades financieras) supera en conjunto el 200% del PIB.

Las familias y empresas productivas aprovecharon las bajas tasas de interés, negativas al descontar la inflación, para incrementar enormemente el endeudamiento.

En cuanto a la banca privada, tengamos en cuenta que crea dinero a través del sistema de reservas fraccionarias (ver entrada “La creación de dinero”, del 20-8-2011de este blog), con la expresión matemática  m=1/r, donde el multiplicador monetario, m, es el resultado del nivel de reservas exigidas, r, en porcentaje. Un r, por ejemplo, de 0,10 representa un nivel de reservas del 10%, lo que indica a su vez que cada euro depositado en la cuenta bancaria, las entidades de crédito lo multiplican por 10 concediendo créditos.
 
 Como vemos,  los niveles de apalancamiento de la banca europea se instalaron en el 20 y 30 en los últimos años, lo que indica que mantuvieron una tasa de reservas  entre el 5% y el 3,3%. En el caso de España, con un multiplicador en torno al  20, la tasa mantenida fue del 5%. Un depósito de 100 euros en los  bancos dio lugar a préstamos por  2.000 euros (100/0,05). 

No hay duda de que el apalancamiento fue demasiado lejos. En estos momentos estamos inmersos en el proceso contrario: la reducción del nivel de endeudamiento. Como se señala con un círculo amarillo en el gráfico,  en el año 2010 comenzó a descender el nivel de las enormes deudas del sector privado (familias, empresas no financieras y entidades de crédito).

El camino de ajuste suave, como ha ocurrido en los dos años últimos, supone que el proceso va a ser muy largo. Pero la alternativa es la depresión severa, en la cual la deuda no se reduce por los pagos, sino por situaciones de quiebra.